domingo, 17 de mayo de 2020

Ánimos en Cuarentena

Quién lo diría. Un día como cualquier otro, nuestras vidas iban a cambiar completamente. Del virus he aprendido que si no vives todos los días como si fuera el último, te desanimas más rápido ante el encierro que ahora se vive de forma obligatoria. No diré que yo he vivido mi vida de esta forma pero hasta el día de hoy lo que más extraño es socializar con las personas que aprecio y comer en mis restaurantes favoritos.

Sin lugar a dudas. Todo esto me ha dado una lección de vida, personas de las cuales había perdido mucha comunicación, hoy hablamos todos los días, demostrándome una vez más que quizás no hablábamos por las muchas ocupaciones que teníamos anteriormente. No es que estemos desocupados, de hecho las jornadas laborales y de estudio se han duplicado considerablemente, ya que por mi profesión la cual es trabajar con números todo el tiempo, debemos de dar esos números a la administración de forma oportuna para la toma de decisiones. En cambio hay personas con las cuales hablábamos todos los días que chistosamente ahora hablamos poco o nada, pero esa es otra historia y que por el momento no quiero esforzarme por entenderlo.

Fui tres días a la universidad. No se imaginan lo emocionada que estaba por empezar una nueva etapa en mi vida, sigo emocionada por eso, he aprendido tantas cosas a distancia, los esfuerzos son mayores pues no tenemos un profesor a tiempo completo explicando la evolución de las ciencias jurídicas a través de los años, realizando ejercicios prácticos en las diferentes dependencias y por último pero no menos importante, el hecho de ver la cara de la persona al momento que habla y da su opinión. Me gusta la capacidad que he desarrollado en analizar la coyuntura de El Salvador.

Al iniciar la cuarentena. Creí que iba a escribir más en mi blog, no lo negare. Pero he estado ocupada escribiendo entregables de universidad, conclusiones de auditoria y dedicando tiempo a mi familia que debido a mi trabajo anterior no había podido dedicar. He mejorado mucho mis hábitos de orden y he dedicado más tiempo hacia mi persona, porque leí una publicación que decía que si no lo hacías en este tiempo, no es que no tuvieras tiempo, lo que no tenias es voluntad. Es justamente lo que he estado haciendo, como lo diría en ingles "improving myself" o como lo diría en español "creando una mejor versión mía"

Mi forma de escribir. Ha cambiado considerablemente. Lo cual agradezco a mis clases de Técnicas de redacción. No es que sea muy buena haciéndolo, pero me gusta creer que el tiempo que he invertido, me esta dando los frutos adecuados. Así que déjenme soñar por un momento.

Derecho al transito. No quiero hablar mucho de eso, pero que poco valorábamos cuando salíamos de nuestras casas, tocar metal, la puerta del carro, la carretilla del supermercado, abrazar a alguien, saludarlo de beso en la mejilla, sin preocupación alguna. Ahora que hemos sido privados de muchos derechos es casi imposible no sentir el cambio. No se trata de un estrato social, se trata que no todos tomamos las medidas de la misma forma porque somos un individuo pensante diferente y único. Por lo tanto, debe de haber más empatía en todos los lugares que visitemos cuando ya se pueda circular.

Estar agradecido con Dios. Por tener personas geniales a mi lado en esta cuarentena, por favor no se vayan cuando termine. Por tener siempre un plato en mi mesa cuando así lo quise y no de forma limitada. Por tener salud, incluso ni he tenido migrañas en estos dos meses y no saben como lo he disfrutado. Por tener agua potable y poder ducharme cada vez que así lo he querido. Por la unión en mi familia aún cuando estamos pasando por esta crisis a nivel mundial, es bueno poder abrazarlos aún y que estén con salud. Por sonreír cada vez que puedo y expresar lo mucho que me importan las personas que están conmigo siempre.

Quise escribir esta entrada a manera de recuerdo de todo esto.

JAM